No cuenta como infierno, si te gusta como quema



Ahí estoy otra vez.

Enamorada de sus ojos de hielo, de la locura en persona.

Mientras veo como el resto de su cuerpo, frio como un témpano, se va derritiendo ante mis ojos, con el calor que me produce.

Me mira de manera tan profunda que consigue llegar donde una vez hubo un alma.

Me mira y consigue que el resto del mundo sea oscuro.

Solo éramos una vivida luz en una oscuridad eterna e infinita, y lo demás no importaba.

Me tocaba y el hielo de mi cuerpo se transformaba en fuego.

Emanaba sudor de todos mis poros, fluían mis líquidos sin apenas darme cuenta, con la idea de que me volviera a acariciar.

Subía mi temperatura hasta convertirme en un infierno, pero no cuenta como infierno si te gusta como quema...

Las yemas de sus dedos recorrían mi espalda para posarse sobre mi cuello y mi boca, y mi sumisión era la precisa para la postura que él quisiera. 

Me cogía del pelo, con la otra mano, y ladeaba mi cabeza hacia atrás con firmeza, sin dolor. 

Era suya.

Mis ojos se cerraban. Mis gemidos se pronunciaban sin control, no había tono, no había volumen, cada embestida eran unos segundos mas de placer...

seguía corriéndome... mojaba mi entrepierna, mojaba la cama sobre la que estaba apoyada y hasta el suelo, con un charco.

Sin poder evitarlo.

cuando creía terminar, seguía.

Todo continuaba, alargando las mentes en blanco, alargando el calor, el sudor, la deshidratación y las ganas de mucho más.


Imagen:extraída de Pinterest. No se autor. Si eres el autor dime cómo quieres que te nombre.

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