Quiero Mas



No estoy inspirada. Hace mucho que no lo estoy. Hace mucho que pienso en escribir. Quiero escribir, sobre ti, sobre mi, sobre lo que hacemos, sobre lo que no podemos hacer, a veces, sobre lo que imagino que podríamos hacer...

En el lago de la cueva, tumbados en la orilla. Tu, encima mía, clavando os todas las piedrecitas y la arena en la espalda, en las piernas, !pobres de tus rodillas!

Creo que hace tiempo que no me inspiro, ni me imagino fantasías por tu culpa. Simplemente porque me dejas siempre satisfecha.

No digo que siempre tenga orgasmos cada vez que lo hacemos, pero está claro que lo disfruto cada vez.

Viene a mi mente la playa por la noche, metidos los dos en el agua, agarrados sin poder soltarnos mientras nuestros cuerpos siguen el vaivén de las olas para meternos uno dentro del otro hasta terminar el uno con el otro...

Mmm...

El coche, tu furgo, tu cama, la mía, ¡hay si hablaran...!

Tendrían para escribir el resto de historias que me faltan por escribir hasta ahora. Deseos, pasiones, fantasías, imaginaciones producidas en el día o en la misma noche. Todo ha valido.

Ahora llega la imagen encima de tu capó, en mitad del bosque. Tenemos que hacerlo más, al "natural", me dio mucho morbo, que los voager fueran los animales nocturnos, acostumbrados a ver parejas en aquel lugar apasionándose hasta perder el control con conocidos o verdaderamente desconocidos, o que los voager fueran algún ciclista nocturno que no se le hubiese ocurrido otra brillante idea que ir a las 4 de la mañana a pasear por allí.

Hay que repetirlo más veces.

Necesito historias, necesito imaginar situaciones para escribirlas y poder excitarme leyéndolas, imaginándolas, y luego a ser posible haciéndolas realidad.

Me acuerdo de tu pelo largo, de como te podía sujetar los mechones que quedaban atrapados entre mis dedos, cuando pasaba las manos por detrás de tu cabeza, y sujetarte hacia atrás para luego invadir tu boca con mi lengua.

Que buenas eran las primeras veces, que no digo que ahora sean malas, pero antes había una pasión imparable entre nuestros cuerpos que solo querían entrar en calor en el húmedo invierno que hace aquí... y aun así conseguíamos sudar. Los cuerpos se resbalaban entre el sudor y los fluidos corporales que emanaban nuestros poros.

Cuando empezábamos, tan rápido, para que yo tuviera mil orgasmos, y cuando llegaba a la cumbre y tu lo veías, y supongo que notabas las contracturas, bajábamos el ritmo para que encontraras el orgasmo en la profundidad de mi cuerpo y por el roce de mi piel, y terminabas corriéndote tu también.

Terminando el buen trabajo con un cigarro, sudados, abriendo las ventanillas para que entrara el aire de la noche y refrescara nuestra piel, a veces con lluvia, e intentara refrescar nuestras mentes, aunque pocas veces los conseguía… y volvíamos a hacerlo otra vez.

Sigo sin poder imaginar mas, seguiré echándote la culpa, hasta que me canse, y cogeré mis antiguas historias para inspirarme una vez mas y conseguiré escribir algo que excite de verdad.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Una de poemas eroticofestivos

No cuenta como infierno, si te gusta como quema