HiStOrIaS

La noche comenzo asi, con la luna llena en frente de mi ventana, brillando como una perla gigante en mitad de la oscura noche.

Me meti dentro de la habitacion y cerre la ventana para empezar a vestirme, habia decidida salir y recorrerme la ciudad para bailar y disfrutar de una noche como aquella en la que el verano ya empezaba a notarse en la temperatura nocturna.

Elegi uno de los vestidos mas cortos que tenia. La parte de atrás alcanzaba justo para tapar mis nalgas, pero podia verse todo si me subia en cualquier parte (donde tambien incluyo la mas minima escalera). Era anudado al cuello y tenia un escote tan demostrativo que llegaba hasta la cintura mostrando mi vientre y el contorno de mis pechos, todo de forma eliptica y remarcado por dos bandas de tela que rrecorrian mi torso para terminar entrecruzandose dtras de mi cuello.

El pelo, por supuesto, debia llevarlo suelto, asi le daria un toque mas salvaje al conjunto. Asi que deje caer mi cabello dorado sobre mis hombros, para que terminara tapando mi espalda descubierta con sus ondulaciones innfinitas.

Me puse los zapatos de tacon alto, 10 cm. Sobre los que me sentia la chica mas atractiva de alli por donde andara, y me sentia la mas segura moviendo las caderas y el culo de alla para aca para poder andar.

Con el animo por las nubes, cogi mis llaves y un par de billetes que sujete en el liguero.

"No me gustan esos sitios, ya lo sabes...".- Era una vocecilla que se repetia en mi mente pero no le hice caso.

Sali de casa y me monte en mi flamante mercedes descapotable negro. Brillaba desde cada punto del que quisieras verlo, arranque y chisque ruedas hasta perderme al final de la calle.

Llegue a aquel barrio de Valencia lleno de pubs. Desde fuera solo se podia oir las pulsaciones de los graves sampleados, asi que decidi guiarme por las vibraciones y por el duce olor de los perfumes mezclado con sudor y alcohol humeante del suelo.

Entre en uno de los pubs mas oscuros que habia visto, no habia casi luz y lo rrecorria un suave aroma a incienso. Los porteros me siguieron con la mirada de reojo, hasta que se cerro la puerta tras de mi.

Musica ensordecedora ocupaba tomo mi conducto auditivo. Y aquella maldita vocecilla se repetia una y otra vez: "No me gustan esos sitios, ya lo sabes..."

Segui ignorandola, pero me ponia nerviosa, asi que me acerque a la barra y lei la carta de mezclas. Me decidi por un vampiro, una mezcla de licores, con un toque dulzon que finalizaba el trago con sabor a fresa.

Cuando me gire descubrí que me habia metido en un pub donde la tez blanca, lisa y fria como el marmol y el cabello largo y oscuro o platino eran las preferencias principales haciendo el porcentaje casi absoluto, a excepcion de mi. Era la unica con el cabello dorado, aun asi no llame la atencion de nadie porque ninguna mirada se postro en mi, nadie me miraba, nadie me hacia sentir incomoda mirandome como si debiera ser el unico bicho que deberia estar fuera de alli.

Asi que me tome mi vaso tranquilamente en la barra viendo el buen ambiente que alli se respiraba .

Cuando termine, el alcohol habia hecho su efecto, y mareada decidi lanzarme a la pista y compartir el ondulante movimiento de mis caderas con el calido ambiente.

Y asi segui durante un buen rato, entreabriendo los ojos para no pegarme ningun codazo con nadie, pero manteniendolos el mayor tiempo posible cerrados para sentir todo mi alrrededor con el resto de mis sentidos.

Despues de un buen rato sudando en medio de la pista, notando el roce de los cuerpos de la piel y de las gotas de sudor recorriendome la espalda... mi frente perlada de sudor se refresco con una suave brisa que me erizo el vello y erecto mis pezones haciendose notar bajo mi fino vestido.

Extrañada abri los ojos para ver a que se debia tal corriente y cuando me quise dar cuenta casi me caigo. Estaba en el podium central, bailando con un par de personas mas, por encima del resto, y de pronto volvi a oir: "No me gustan esos sitios, ya lo sabes..."

¡Agggh! Esa incesante frase... solo queria dejar de escucharla, aunque solo fuera por esa noche.

Mire hacia abajo, ya que se podia me podia ver toda la entrepierna desnuda y por supuesto, nadie miraba..., eso me dejo mas a mis anchas todavia. Mire a la pareja que bailaba a mi lado y empezadon a magrearse y a sobarse, y al cabo de poco tiempo decidieron, supongo, irsse a los servicios y terminar aquello que abiean empezado tan arriba.

Entrecerre los ojos de nuevo, y segui bailando. Una mano por aquí, la cabeza para alla, una buena sobada de culo..., qu mas daba alli abajo nadie miraba y eso me hacia sentir bien.

Habia pequeñas corrientes de aire que paseaban atravesando mi cuerpo, y según me daba cuenta cada vez eran con mas intensidad, con mas fuerza, como si fuera alguien que pasara por mi lado volando y me gogia de la cintura, me acariciaba la espalda y me arremolinaba el pelo. Y cada vez que esto pasaba, entreabria los ojos para ver porque sucedia y veia sombras. Sombras de un chico alto y pelo larguisimo que me miraba con fuego en los ojos, y que estaba apoyado en las bonitas paredes de cuero que cubrian las paredes del local.

¡Y aquella maldita voz incesante! "No me gustan esos sitios, ya lo sabes..."

¡¡¡Ya lo se, ya lo se!!! Pero no pienso irme, no hasta que disfrute lo suficiente como para saber que al final es cierto (Me repeti a mi misma una y otra vez).

Y segui bailando, o contoneandome, porque según se mire parecia tener las caderas desencajadas...

Note la brisa de nuevo, la maldita vocecilla pero esta vez me daba igual, esta vez los ignore por completo.

El cuerpo me pedia que alguien me tirara un cubo de acua por encima, pero lo que note no fue agua, sino frio, un frio que me rrecorria la espalda, el trasero y sostenia mis caderas siguiendolas en cada movimiento.

Entonces disfrutte de aquel momento de simbiosis entre frio-calor, y me acerque al frio mas todabia. Note como sus manos, que se apoyaban sobre mi cadera, ahora recorrian mi cintura y se posaban en mis pechos, rodeandome. Su miembro al tiempo que se erectaba, iba buscando el camino entre mis piernas, y sus caderas se movian con la misma rapidez y flexibilidad que las mias.

En ese momento poso su cabeza en mi hombro y me susurro al oido:

"No me gustan esos sitios, ya lo sabes..."

"siento haberte traido hasta aquí, pero necesitaba saber que eras real, que existias, un vampiro nunca deja escapar una presa, ¿no me digiste eso una vez?"

si, pero esta musica hace daño a cualquier oido, y me estoy volviendo loco. Ya se porque me trgiste hasta aquí, para desconcertarme y que no pueda atacarte, eres muy lista..."

"Siempre lo e sido mucho mas de lo que creias, por eso nunca has podido provar mi sangre, por eso sigues aquí, y por eso voy a salvarte de este ruido tan infernal..."

Movi mis brazos hacia atrás para sentir su cabeza y pase mis calidas manos por sus frias orejas, y por las mias.

"¿Asi mejor?".

La musica ceso en nuestros oidos, y quedamos sordos, lo unico que podiamos oir eran nuestras voces, como una camara a parte de todo aquel tumulto, pero la gente seguia bailando ahi abajo y nosotros disfrutamos con el libre movimiento en nuestro "espacio privado".

Me hacia sentir dueña de su cuerpo, yo mandaba ante aquel feroz movimiento.

Me gire, y me puse cara a el rodeandole con la pierna la cadera, (como en un tango), me cogio el muslo con su fria mano, y seguimos con el incesante movimiento que desencadeno de nuevo en sudor y en calor para el.çentonces fue cuando decidi desabrocharle el cinturon y rodearme co el par apretarme lo mas que fuera posible a su cuerpo, ya templado.

Los pantalones casi calleron solos de no ser por el cinturon, y su miembro erecto rozo todo mi sexo de arriba a abajo, creandome escalofrios.

Y por fin lo introdujo entero dentro de mi, y lo hicimos, pero como fieras desenfrenadas. Ya se que dicen que los vampiros no tienen sexo, pero me encantan las leyendas urbanas, porque este si que era real y lo podia sentir muy dentro de mi, lo juro...

Le susurre "¿ves? Ahora no hay musica ensordecedora, ya no hay brisa, no hay que disimular. Solos tu y yo..."

Y excitado por mis palabras me la introdujo hasta el fondo una y otra vez. Tanto fué el roce que tenia 3 o 4 orgasmos cada vez que me la metia haciendome sentir el placer absoluto.

Y lo ultimo que recuerdo fue su cara de placer al terminar, rellenandome como un bollo de crema.

Ala mañana siguiente, no recordaba nada de lo que sucedió a partir de ahi, ni de como habia terminado la noche, y desperte en mi cama, desnuda, y en la mesita de noche habia una carta apoyada en una rosa negra que ponia:

"No me gustan esos sitios, ya lo sabes... pero volvere a verte otra noche".

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Eres preciosa y escribes de miedo.
Que ganas de tenerte junto a mí.

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